La Selva Negra en invierno no vive solo de mercados de Navidad que empiezan a finales de otoño cuando las temperaturas bajan, no. Ni tampoco se queda en un letargo hasta que llega la primavera o el verano. Una vez que estos mercadillos desaparecen y el olor a vino caliente deja de perfumar las calles hasta el año siguiente, aún se puede seguir disfrutando de esta región de Alemania. La Selva Negra en invierno tiene también mucho que ofrecer a aquellos que no le temen al frío ni a la nieve.
Puede que muchas de las miles de rutas de senderismo que hay por la Selva Negra estén cerradas en invierno. La mayoría de los caminos no se limpian en la estación más fría. Pero entonces, ¿qué se puede hacer en la Selva Negra en invierno? Disfrutar de los deportes de invierno en esta región de Alemania es el principal atractivo. El invierno es diferente a cualquiera de las otras estaciones del año en esta región. Por eso, para los que no temen al frío, es un momento único para visitar la Selva Negra.
Si has decidido venir a esta región en invierno y quieres combinar alguna actividad más con la visita a los mercados de Navidad, es posible. No temas en que tu ruta por la Selva Negra sea en invierno, esta zona siempre tiene sorpresas para ti.
Feldberg es la montaña más alta de la Selva Negra. No es de extrañar que aquí se encuentre la estación de esquí de Feldberg, la más grande de la zona. Además existen muchos pequeños remontes que salpican numerosas laderas de la Selva Negra, ideales para que los principiantes se quiten el miedo. La estación de esquí de Feldberg se encuentra a hora y media de Stuttgart y a poco más de media hora de Friburgo. Justo en el corazón de la Selva Negra y una de las mejores actividades de invierno.
Además no será extraño encontrarte con franceses que vienen a pasar el fin de semana desde Estrasburgo y alrededores.
Desde hace ya varios años, Estela y yo tenemos siempre marcado un fin de semana en el calendario para disfrutar de un fin de semana de esquí en la Selva Negra en invierno. Preparamos todo para pasar al menos un par de días de esquí y relax por muy poco dinero en un entorno que nos encanta.
Aunque Feldberg nada tenga que ver a las grandes estaciones de esquí de los Alpes suizos o austriacos, es más que suficiente para un fin de semana. Tanto si estás empezando a no caerte con los esquíes, como si eres un todo terreno y no hay pista negra que se te resista, en Feldberg encontrarás tu reto. Además es una actividad ideal para hacer con niños en la Selva Negra en invierno.
No obstante, es siempre mejor ir entre semana que el fin de semana. Así que recomendamos, si se tiene la oportunidad, de intentar esquivar los sábados y domingos. ¡Ah! y no se te olvide llevar el coche preparado para la nieve.
Y si te cansas de esquiar, hay un par de bares animados après ski donde recuperar fuerzas, ya sea comiendo una Gulaschsuppe o un Schnitzel o tomándote una cerveza.
Aunque todavía no nos hemos animado a quitarnos los esquíes y ponernos las raquetas, siempre nos ha llamado la atención toda la gente que hace rutas con raquetas de nieve por la Selva Negra en invierno. Es un deporte que apto para toda la familia y que con un poco de cabeza y planificación hace que el día salga redondo.
Dentro de la misma estación de esquí de Feldberg, hay alguna ruta para realizar esquí de fondo. Una de ellas llega hasta lo alto de la montaña que da el nombre a la estación. Las vistas desde ahí merecen mucho la pena el esfuerzo. Además, si eres primerizo en este deporte, puedes contratar un cursillo. Los hay en grupo o privados. Solo tienes que elegir el que más se adapte a tus gustos.
Aunque en la Selva Negra en invierno muchas de las rutas de senderismo cierran, es posible encontrar algunas abiertas.
Puede que no sea la mejor época para caminar entre sus bosques, pero incluso una pequeña caminata tiene sus recompensas. Para terminar con buen pie el 2016, fuimos a pasar unos días a la Selva Negra y realizar alguna ruta. Por el camino nos encontramos cascadas y ríos helados. Bonito ¿verdad?
Por ejemplo esta ruta alrededor de las gargantas del Wutach era preciosa.
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No siempre se puede, ya que tiene que hacer mucho frío para que un lago de las dimensiones del Titisee se congele. Pero, en los fríos inviernos o durante alguna ola gélida, el lago Titisee puede llegar a congelarse total o parcialmente. En esos casos, y en las zonas designadas a ello, puedes ponerte los patines para el hielo y deslizarte por encima de sus aguas.
Para terminar un día intenso de deporte, lo mejor es relajarte en uno de los numerosos spas que hay por la zona. Nosotras siempre nos dejamos caer por el Badeparadies, un balneario para todos los gustos.
Pero, ¿por qué nos gusta este en concreto? Principalmente porque tiene de todo. Desde zonas de relajación con calor, a toboganes por los que deslizarte con gigantescos flotadores. Pero si esto te parece poco, tiene una gran piscina con agua templada donde pedirte un cóctel. Para los más valientes, hay una piscina de agua caliente al aire libre desde donde disfrutar de la Selva Negra en invierno. ¿Qué más se puede pedir para terminar un gran día?
No obstante, dentro de la Selva Negra hay muchos spas y balnearios. A los alemanas les encantan y la tradición por la zona es muy grande. Por eso, si nuestro balneario preferido no te pilla cerca, seguro que a unos pocos kilómetros encontrarás uno.
El mayor problema a la hora de visitar la Selva Negra en invierno es que las horas de luz en esta época del año escasean. Amanece más tarde y el sol se va antes que en España. En pleno invierno, a las cuatro y media de la tarde empieza a oscurecer y a las cinco ya es de noche cerrada. Por eso es importante que planees bien tu día y cuentes con esto para que no te pille la noche en medio de una caminata. Sobre todo si no estás preparado para ello.
Como en casi cualquier lugar de Europa Central, en invierno en la Selva Negra hace frío. Además, el corazón de la Selva Negra, a excepción de Friburgo, las temperaturas son algo más bajas que en otros puntos del Bundesland de Baden-Württemberg. Por eso, no olvides meter en tu maleta un buen calzado abrigado, guantes, bufanda y un abrigo de invierno. Imaginamos que ya lo tenías en mente, pero no está de más recordarlo.
Al igual que pasa con las horas de luz en la Selva Negra en invierno, los horarios de los comercios y museos se reduce en esta estación.
Los horarios de muchos museos se ven reducidos a fines de semana o, por el contrario, abren entre semana para las excursiones escolares y cierran en sábado y domingo. Por eso te aconsejamos que compruebes si va a estar abierto un determinado museo el día que lo has planeado.
Muy similar pasa con los comercios y no te tiene que sorprender ver que las tiendas están completamente cerradas más tarde de las seis de la tarde. No es de extrañar, porque suele haber menos turismo y además, los lugareños se recogen antes a sus casas. Así que si quieres comprar algo, hazlo mientras haya luz para no llevarte ninguna sorpresa.
En este post te hemos comentado muchas de las actividades que puedes realizar en la Selva Negra si vienes durante la temporada de invierno.
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La Selva Negra es el lugar perfecto si buscas disfrutar de la naturaleza y sus colores en estado puro, pasear por sus pueblos que parecen sacados de cuento con casas de entramado de madera y flores, recorrer castillos, palacios y monasterios o bañarte en sus ríos o lagos.