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Alsacia, Alsace o Elsàss es esa región ubicada al noreste de Francia y muy cerca de las fronteras alemanas y suizas que se conoce por sus pueblos de cuento y por albergar la famosa ruta de los vinos alsacianos, visitada por miles de turistas cada año.
Ya hemos escrito anteriormente algún post sobre qué ver en Alsacia y los principales pueblos de la región; pero hoy queríamos contarte alguna de las curiosidades de Alsacia más sonadas, por si estás pensando en venir a conocer la región.
En las próximas líneas te contamos 7 puntos que quizá no sabías sobre esta popular región francesa:
1. Alsacia ha pertenecido a varias naciones en el pasado reciente
Son muchas las ciudades y regiones europeas que han cambiado de nacionalidad en el último siglo, y una región ubicada junto a la frontera actual entre dos países no podía ser una excepción.
Aunque históricamente fue ocupada de forma continua por tribus celtas, germánicas y francas, además de pertenecer al Sacro Imperio Romano Germánico, al reino de Francia y al imperio alemán, solo en el siglo XX la región volvió a pasar de mano en mano varias veces.
Si a principios del siglo XX pertenecía a Alemania, poco después de la Primera Guerra Mundial la región fue cedida de nuevo a Francia.
Este acuerdo solo duró hasta la Segunda Guerra Mundial, momento en el que la región fue anexionada al III Reich alemán y se tomaron duras medidas contra todos los disidentes al régimen nacionalsocialista. En 1945, al término de la Segunda Guerra Mundial, Alemania se rindió y volvió a ceder la región a Francia, donde ha permanecido hasta nuestros días.
Este cambio de nacionalidad y lengua oficial aún se refleja en los alsacianos. Aunque hoy en día se habla principalmente francés, aún es común escuchar en sus calles el dialecto alsaciano conocido como elsass, que se parece mucho al alemán.
2. La capital es Estrasburgo… al menos por ahora
Históricamente, Estrasburgo ha sido la capital histórica, cultural y económica de Alsacia desde que hay registros.
La ciudad fue originalmente el lugar de asentamiento del campamento romano de Argentoratum, que dio paso a una urbe con gran peso económico en los alrededores. Aunque fue destruida tras el paso de Atila y su ejército, fue reconstruida hacia el año 500 y bautizada como Strateburgus.
Desde 2016 Alsacia forma parte de una nueva distribución territorial conocida como Gran Este, que ha sido instaurada no sin cierta polémica por parte de los alsacianos. Sin embargo, Estrasburgo ha conservado su condición como capital de la nueva región administrativa.
Hoy en día es la ciudad más grande e importante de la zona y una de las capitales administrativas de la Unión Europea, alojando varias sedes de organizaciones internacionales y organismos europeos.

Foto de los canales en el barrio de la Petite France, en la capital de Alsacia
3. Es famosa por la ruta de los vinos alsacianos
Como decíamos al principio del artículo, la región tiene una gran afluencia turística debida principalmente a su ruta del vino, un tramo de 170 kilómetros que atraviesa abundantes zonas vinícolas y más de 60 municipios, incluyendo la capital.
Los cascos históricos de muchos de estos pueblos, llenos de flores y preciosas casas de entramado de madera, están conservados de una forma encantadora y parecen verdaderamente sacados de cuento.
Los turistas que visitan la zona suelen aprovechar para disfrutar de la gastronomía y, como no, hacer una parada en alguna de las muchas bodegas de la región. En ellas se pueden probar sobre todo vinos blancos como el Riesling y el Pinot Blanc y tintos como el Pinot Noir, además de vinos dulces.

Vista de la ruta de los vinos alsacianos, con las viñas a finales de Otoño
4. Es patria de Auguste Bartholdi
Este célebre escultor, originario del pueblo de Colmar en Alsacia, fue ni más que menos el autor de la famosa estatua de la libertad (en francés La Liberté éclairant le monde) que hoy puede admirarse en la Isla de la Libertad al sur de la isla de Manhattan, en Nueva York.
Como sabéis, la escultura fue un regalo de Francia a Estados Unidos para celebrar el centenario de la declaración de independencia de este último país en 1886.
5. La cigüeña es uno de sus símbolos
Si te decides a visitar Alsacia y a recorrer los pueblos ubicados a lo largo de la ruta de los vinos, no podrás dejar de ver cientos de pequeñas tiendas de recuerdos y artesanía local con productos representando una cigüeña blanca.
Este ave tan popular tiene una gran presencia en la región; si recorres la ruta en coche podrás descubrir muchos nidos de cigüeñas en cualquier campanario de Iglesia o en los tejados de muchas de sus casas.
Además, en el pueblo de Hunawihr, ubicado entre los municipios de Ribeauvillé y Riquewihr, hay un centro de reintroducción de cigüeñas que fue inaugurado en 1976 con la intención de preservar las cigüeñas alsacianas y reintroducirlas en su hábitat local.
Hoy en día puede visitarse y observar no solo las cigüeñas, sino también otras especies como la nutria europea, que ha desaparecido ya de los ríos franceses – puedes consultar más información en su página oficial.
6. Tiene varias leyendas con un amargo final
Según te vayas adentrando en la región y vayas visitando sus monumentos más sonados, conocerás a la par algunas de sus leyendas más típicas, como la leyenda de Santa Odilia o la leyenda de la flecha mortal.
Leyenda de Santa Odilia
Santa Odilia fue la hija de los duques de Alsacia. Se dice que el duque estaba esperando un hijo varón y al nacer una niña, además ciega de nacimiento, el duque amenazó con matarla. Para evitar el desastre, la duquesa de Alsacia confió su hija a una nodriza para que la enviara al monasterio de Balme.
Un monje irlandés tuvo una visión de que debía bautizar a Odilia y viajó al monasterio de Balme con este fin. Cuando lo hizo, se obró un milagro y Odilia recobró la vista, lo que impulsó a su hermano a ir a recogerla al monasterio y llevarla de vuelta a casa.
El duque se enfadó tanto que mandó matar a su hijo, pero luego se arrepintió y confió el castillo de Hohenbourg a Odilia, quien lo transformó en un monasterio. Hoy en día este lugar es conocido como monte de Santa Odilia y Odilia se convirtió en la patrona de Alsacia.
La leyenda de la flecha mortal
La ciudad de Ribeavillé se conoce también como la ciudad de los tres castillos, porque alojó en su día el castillo de Ulrich, el de Girsberg y el de Haut Ribeaupierre.
Cuenta la leyenda que dos hermanos de la familia Ribeaupierre, quedaron para ir a cazar al día siguiente. Como uno de ellos vivía en el castillo de Gisbert y el otro en el de San Ulrich, quedaron en que el primero que se levantara lanzaría una flecha a las persianas del otro, para avisarle.
El que vivía en San Ulrich se levantó primero y lanzó su flecha, con la mala suerte de que justo en ese momento su hermano estaba levantando las persianas, lo que causó que la flecha se clavara en su corazón y le causara una herida mortal.

Foto de las ruinas del castillo de Ulrich junto a la localidad de Ribeauvillé
Al igual que en muchos de los vecinos pueblos alemanes, los pueblos alsacianos siguen preservando la tradición de decorar sus ciudades con los famosos mercadillos de navidad, con un aire muy similar a los mercados navideños que también pueden visitarse en el sur de Alemania.
Especialmente recomendable es el mercadillo de Colmar, que se divide en cinco zonas repartidas por el centro histórico, por el palacio medieval de la ciudad y por el barrio de la Petite Venice.
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¿Conocía estas curiosidades de Alsacia o tienes alguna más que deberíamos incluir?
No dudes en escribirnos un email o un comentario y la añadiremos a la lista.
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