Bañada por el Rin y declarada Patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1988, la capital de la región francesa de la Alsacia es una visita obligada para todos los que quieran disfrutar de cultura, encanto y largos paseos a las orillas del río.
Muchos turistas consideran Estrasburgo un punto de inicio o fin perfecto para empezar a recorrer la ruta de los vinos alsacianos. También puede ser una parada perfecta si estás de viaje por la Selva Negra alemana y te apetece hacer un descanso de la naturaleza teutona y pasar algún día en Francia.
Habiendo pertenecido recientemente a ambos países, Estrasburgo presenta una mezcla entre la cultura francesa y la alemana, lo que se deja apreciar en muchas de sus tradiciones, que han sido heredadas de una u otra cultura. Además, la ciudad alberga la sede oficial de varias instituciones europeas como el Parlamento Europeo, el Consejo de Europa, o el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Si estás planificando pasar un día en esta maravillosa ciudad, el post de esta semana es para ti. Y si quieres aprovechar tu escapada para conocer la región de Alsacia en profundidad, y tienes dudas sobre cómo organizar tu viaje de la mejor forma posible; no dudes en ponerte en contacto con nosotras o mandarnos un email a info@creciendodeviaje.com. ¡Te ayudaremos a crear un itinerario genial por la región!
Aunque Estrasburgo es una ciudad que sobrepasa el millón de habitantes, su casco histórico, donde se encuentran sus atractivos más turísticos, se concentra en la Isla Grande (Grande Île) rodeada por el río Ill.
Podrás recorrer el casco histórico a pie durante algunas horas y aún te quedará tiempo para visitar alguna otra parte de la ciudad o dar un paseo en barco por el río.
La Catedral de Notre Dame (Catedral de Nuestra Señora) comenzó siendo un templo románico, para después modernizarse al gótico. Aunque ha sufrido incendios y modificaciones (estaba planeado que tuviera dos torres), la propia fachada exterior llama la atención con sus numerosas esculturas, su elevada torre y su piedra arenisca rojiza (que dependiendo de la hora del día y de la climatología se verá de un tono u otro). Puedes leer más información sobre la catedral de Estrasburgo en este post.
El interior, además de destacar por la gran altura de sus bóvedas, alberga un complejo reloj astronómico renacentista. Además de la hora solar, el reloj indica el día de la semana, del mes y del año, así como el signo del zodiaco, la posición de varios planetas y la fase actual de la luna y muestra las diferentes fases de la vida. Todos los días, a las 12:30 el mecanismo del reloj se pone en marcha para enseñarte que la vida es efímera.
Si estás interesado en contemplar las vistas desde la torre, hay una plataforma a 66 metros de altura. La entrada vale 5€ para adultos y 3,5€ para niños. El horario es de abril a septiembre todos los días de 9:00 a 19:15 y de octubre a marzo todos los días de 10:00 a 17:15.
Cerca de la catedral, en la misma plaza, se encuentra la casa Kammerzell; un pequeño edificio medieval que data del año 1427 y que, tras algunas transformaciones, hoy es una de las construcciones civiles mejor conservadas de la arquitectura gótica tardía.
Su fachada de madera es un batiburrillo perfecto de motivos profanos, bíblicos, de la edad media y de la antigüedad grecorromana. Actualmente es un restaurante y en su interior se pueden admirar varios murales del siglo XX, especialmente en el primer piso.
Dentro de la plaza, hacia el lado del río, hay varios museos que puedes visitar, como el Museo Arqueológico, el Museo de Artes decorativas y el Museo de Bellas Artes. Entres o no a alguno de ellos no dejes de admirar el edificio que los alberga: el Palacio Rohan, de estilo barroco y antigua residencia de obispos y cardenales.
Esta plaza emblemática y situada en el corazón del casco histórico de Estrasburgo cuenta de un bonito suelo adoquinado y está rodeada de edificios cuidados y terrazas que invitan a hacer una pausa y tomar algo.
¿Preparado para cruzar el río?
Nos adentramos ahora en el barrio alemán, donde destaca la plaza de la República, con sus imponentes edificios barrocos rodeándola: el Palacio du Rin, el Teatro Nacional y la Biblioteca Universitaria.
Sigue paseando por este lado del río para llegar hasta el Palacio de Justicia, un espectacular edificio del siglo XIX que alberga actualmente el Tribunal de Gran Instancia, el de lo Penal y el Registro de comercio y sociedades de la ciudad.
Vuelve a la isla para pasar por el Ayuntamiento (Hôtel de ville), también conocido como el Hôtel de Hanau, un imponente edificio del siglo XVIII, situado en la plaza Broglie. El edificio ha sido clasificado como monumento histórico desde el año 1921.
La iglesia de San Pedro el Joven (Eglise Saint-Pierre-le-Jeune Protestant) es una de las más importantes de la ciudad, cuya cripta parece remontarse al siglo V y su claustro al siglo XI. Se trata de una colegiata que conserva todavía algunos muros del edificio románico y que tiene frescos del siglo XIV.
Por su parte, la iglesia de San Pedro el Viejo (Saint-Pierre-le-Vieux Catholique), destaca por sus tallas de madera del siglo XV y retablos pintados, que fueron trasladados a esta iglesia procedientes de otras que fueron destruidas.
Este barrio es uno de los más populares de Estrasburgo. Cuentan las buenas lenguas que su nombre se debe a un hospital ubicado en él que tenía el objetivo de curar a los contagiados de sífilis. Por otro lado se dice que cuando Estrasburgo era alemana, los soldados franceses trajeron esta enfermedad y contagiaron a muchos de los habitantes.
Antiguamente era el barrio de los curtidores, pescadores y molineros. Además, es aquí donde el río Ill se divide en varios canales, franqueados por múltiples puentes. Pasea por su callejuelas, contempla sus casas de entramado de madera, alguna con los tejados bastante inclinados para que los curtidores pudieran secar las pieles. Una de las casas más destacadas del barrio es la casa de los curtidores (maison des tanneurs).
Justo al sur de la Petite France se encuentran los puentes cubiertos (que paradójicamente no tienen tejado, aunque hasta el siglo XVIII sí lo tenían) y la presa Vauban. Los puentes forman parte de la antigua muralla de la ciudad cuando fue independiente de Francia, lo que seguramente has podido intuir por sus torres. La presa, aparte de ser un buen lugar para obtener unas bonitas vistas, fue construida para poder inundar partes de la ciudad en caso de necesidad. A ambos lados de la presa se pueden también obtener unas muy buenas vistas de la Petite France, el puente y la presa.
Para terminar tu recorrido por el casco histórico, dirígete a la iglesia de Santo Tomás (protestante), de la que destaca el mausoleo barroco (aunque la iglesia es de estilo gótico alsaciano). Esta iglesia es también una de las más importantes de la ciudad.
Aparte del casco histórico de Estrasburgo, puede resultar interesante visitar el barrio Europeo y descubrir edificios de la historia actual, como el Parlamento Europeo y la Corte Europea de Derechos Humanos.
Muy cerca de ahí, se encuentra la zona verde más grande de Estrasburgo, L’Orangerie, donde se puede pasear tranquilamente y descansar de la caminata del día.
Una de las actividades más famosas de Estrasburgo es el paseo en barco a través tanto del casco histórico como del barrio Europeo.
Hay varias empresas que ofrecen estos servicios, entre las que destacamos Batorama. La duración del recorrido suele ser de una hora y cuarto y el precio es de 13€ para adultos (a partir de 12 años), 7,5€ (entre 4 y 12) y gratis hasta 4 años. Además del viaje, el precio también incluye una audioguía en el idioma que elijas. Dependiendo de la época salen más o menos barcos cada día, siendo verano cuando más salidas se ofrecen.
Tanto por el turismo como por ser sede del Parlamento Europeo, Estrasburgo posee una amplia oferta hotelera. De todos los alojamientos de la ciudad, queremos recomendarte estos:
Le Kleber Hotel: aunque sus habitaciones no son tan amplias como otros hoteles, la ubicación y el precio de este hotel hacen que sea una muy buena alternativa para tu estancia en Estrasburgo.
Le Grand Hotel: Al lado de la estación de tren, este es uno de los pocos hoteles que incluye en todas sus tarifas desayuno. Está no muy lejos del centro y sus habitaciones están limpias y cuidadas.
Estos hoteles ofrecen una buena relación calidad-precio; pero si quieres quedarte en los hoteles más bonitos de Estrasburgo, te recomendamos que consultes este post. Aquí te contamos cuáles son nuestros favoritos; auténticas joyas de la capital alsaciana.
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Espero que con este post te haya quedado claro todo lo que hay que ver en Estrasburgo, si solo cuentas con un día para conocer la ciudad.
Ya sabes que si estás pensando en ir a la ciudad o hacer un viaje por la región de Alsacia o la ruta de los vinos, en Creciendo de viaje estaremos encantadas de ayudarte a preparar tu itinerario y asesorarte sobre las paradas que más partido te permitirán sacarle al viaje.
Puedes consultarnos en cualquier momento mandándonos un email a info@creciendodeviaje.com, o rellenando nuestro formulario para la guía Paso a Paso por Alsacia y la ruta de los vinos y te asesoraremos con la preparación de un itinerario a tu medida.
Una escapada de entre 6 y 12 días es perfecta para adentrarse en los rincones de Alsacia y llevarse una buena idea de todo lo que ofrece.
2 Comments
Me quedé con más ganas de Estrasburgo y Colmar. En cuanto pueda, volveré. Gracias por vuestra información y excelente trato. Sin duda, repetiré
Estrasburgo y Colmar merecen la pena, pero para la próxima lo puedes combinar con una ruta por Alsacia y sus regiones vinícolas. Yo hice algo parecido hace algunos años y cargamos el maletero del coche con vino de diversas bodegas para todo el año ;).
Un abrazo y buen verano!