Nom Pen, Phnom Phen, Nom Penh, Sean Penn, Ping Pong, Pnohm, Phen y un sin fin de nombres más es como se le conoce a la capital de Camboya. Esta ciudad tiene un nombre que nos cuesta a todos pronunciar y mucho más escribir. ¿Cuántas veces has intentado Phnom Penh y no sabías dónde colocar las haches?
La que una vez fue llamada la Perla de Oriente, hoy es una ciudad resurgiendo de su oscuro pasado reciente y abriéndose un hueco cada vez más grande entre los destinos de los viajeros que se aventuran a viajar a Camboya.
Pero aunque tiene lugares que visitar como el Palacio Real, puede que la capital de este pequeño gran país del Sudeste Asiático sea más una ciudad para experimentar. Así que hoy te vamos a contar las experiencias que no te debes perder en Phnom Penh.
Si miras un mapa de Phnom Penh te darás cuenta que es prácticamente una cuadrícula, al estilo de Nueva York o Barcelona. Pero orientarte por las calles de la capital de Camboya puede ser algo más complicado de lo que primera vista podemos intuir. Te estarás preguntando por qué ¿verdad?
Primero porque, aunque sus calles están numeradas (a excepción de un par de avenidas), no son secuenciales. Es decir, después de las calle 20, no viene la 21, sino que puedes encontrarte 40 perfectamente. El único orden que se encuentra en este entramado de calles es que las pares son paralelas entre sí al igual que las impares. Las pares tienes orientación Este-Oeste y las impares Norte-Sur.
Además, si las calles no están ordenadas, los números dentro de una misma calle tampoco. Ni los pares están a un lado y los impares al otro, sino más bien están puestos de forma errante a lo largo de toda la calle. Es más, incluso puede que el mismo número se repita.
Como anécdota contar que cuando llegué a Phnom Penh, fue en tuk-tuk desde el aeropuerto hasta mi hostal. El conductor conocía la calle y me llevó sin problema alguno. Pero nos costó encontrar el número. En lugar del hostel al que iba en la calle y el número que tenía anotado, había una casa grande, donde dos chicas jóvenes me indicaron, por gestos, que ahí no era. Una de ellas nos indicó que mi alojamiento se encontraba más adelante en la misma calle.
Por eso sin dudarlo mucho, lo que más me gustó de mi paso por la capital fue el perderme por sus desordenadamente ordenadas calles e intentar orientarme en su cuadrícula. Claro, esto solo pasa si has decidido empaparte de esta ciudad a pie y no en tuk-tuk.
La siguiente experiencia que te proponemos puede que no sea del agrado de todos e incluso haya gente que se la pase de alto. Lo entendemos, aunque pensamos que es necesario pasar por ello para entender mejor al pueblo camboyano actual.
El regimen de los Jemeres Rojos dejó a su paso la muerte sinsentido de una gran parte de la población del país. En la capital de Camboya podemos aprender sobre ello para no cometer los mismo errores. Muestra de ello son el Museo del Genocidio Camboyano y los campos de exterminio de Choeung Ek. El museo se encuentra en Phnom Penh, sin embargo los campos de exterminio se encuentran a unos 20 kilómetros del centor de la capital de Camboya.
Visitar los dos o uno de estos dos sitios es una experiencia que, aunque es posible que te deje muy mal cuerpo, te hace reflexionar y pensar. Viajamos para desconectar, pero este tipo de visitas nos hace concientes de la realidad del país que visitamos, del mundo en el que vivimos.
Después de un día intenso perdiéndote por las calles de la capital de Camboya y descubriendo su oscuro pasado, lo mejor es relajarte por su animado Riverside. El río Mekong es el que pasa por esta zona, llena de restaurantes, bares y pubs donde ver cómo el sol se despide hasta el día siguiente. Antes la zona predilecta de los mochileros para ver el atardecer (y en muchos casos quedarse más días de los planeados gracias a hedonismo que se respiraba) era la zona del lago Boeung Kak, hoy inexistente, ya que por construir edificios de lujo, drenaron el lago y cambiaron totalmente la zona.
Volviendo al Riverside, el atardecer es la mejor hora para acercarse, además coincide con la famosa Happy Hour del país. Con una cerveza, cóctel o lo que quieras. Después puedes elegir cualquiera de los muchos restaurantes de la zona para cenar. Este puede ser un buen momento para despejar tu mente y reflexionar sobre tu día y tu viaje por Camboya.
Como consejo, esta zona es de las más turísticas de Phnom Penh y por eso es en la que más robos de carteras se dan. Así que no dejes tus pertenecías descuidadas, aunque tampoco hace falta obsesionarse.
Aunque cada vez hay más y más viajeros que se apuntan a hacer gimnasia con los camboyanos, sigue siendo una experiencia formar parte de las pequeñas grandes rutinas de una ciudad. Entre otros lugares, el parque de Wat Bottom oferta todos los días de 6 a 8 de la tarde aerobic y bailes por 1000 rieles para todo el que quiera participar y desentumecer el cuerpo después de un por Phnom Penh. Deja la vergüenza a un lado y recuerda donde fueres haz lo que vieres.
A diferencia de de Siem Reap o Sihaknouville donde la vida nocturna se limita en muchos casos a pub y bares para turistas, en la capital de Camboya los camboyanos salen a disfrutar de la noche. Hay lugares muy variados para tomarte una copa: desde karaokes, pasando por locales de música en directo hasta pubs de toda la vida. Solo tienes que elegir uno y experimentar cómo es esta parte del día entre jóvenes lugareños. Nuestra recomendación cerca del Riverside es el Sharky Bar.
4 Comments
Muy buen post para quien tenga la oportunidad de ir 🙂
Muchas gracias 🙂
¿Aún no te hemos convencido para lanzarte a viajar a Camboya? Teniendo 15 días de vacaciones y con planificación puede salirte un viaje redondo
La primera vez que puse un pie en Asia (si no contamos Turquía) fue en Phnom Penh. ¡Te puedes imagina lo impactante que fue! Es realmente toda una experiencia visitar la ciudad. Más que las cosas y lugares que visitar, la experiencia Phnom Penh es sobre todo ver, abrir bien los ojos, y flipar.
Y qué razón tienes con el nombre, ¡mira que cuesta! Lo habré escrito 100 veces mientras escribía en mi blog la guía de Phnom Penh y aún así tengo que mirar como se escribe CADA VEZ!!! jajajjajaa
Un abrazo, viajeras!
¡Phnom Penh también fue mi primer lugar de Asia! Fue una experiencia desde el minuto 0, además yo fui cuando se murió Norodom Sihanouk y la ciudad y todo el país estaba de luto.
Y el nombre…. ¿no había otro más fácil? 😉
Un saludo Rosalía,
Flavia