Descubre exactamente 15 lugares que visitar en Marruecos, la puerta de entrada oficial al norte de África; invita a los visitantes a adentrarse en una tierra llena de historia y cultura; donde las montañas se encuentran con los desiertos y el olor cautivador de los zocos nunca está muy lejos.
Los amantes de la historia y la arquitectura pueden pasar horas perdiéndose en una gran cantidad de pasillos empedrados que serpentean a través de antiguas medinas bordeadas de edificios cubiertos de mosaicos, patios y fuentes.
Marruecos está repleto de atracciones. Hemos elegido tan sólo un puñado, de las más emblemáticas, que simplemente no te puedes perder.
Los extensos jardines de Menara, en Marrakech, se remontan al siglo XII. Hoy en día, ofrecen a los lugareños y visitantes un respiro sereno del calor y el bullicio de la ciudad entre olivares, palmeras y árboles frutales. En el corazón de los huertos encontrarás un gran lago artificial que se ve desde un elegante pabellón saadí; desde el que a veces se pueden ver las montañas del Atlas cubiertas de nieve.
Rodeada por una arquitectura predominantemente musulmana, la Cathédrale Sacré Coeur (o Catedral de Casablanca) tiene una nota un tanto discordante en el paisaje arquitectónico de Casablanca.
Ahora tristemente descuidada y en desuso, la antigua y elegante iglesia se remonta a 1930; cuando Marruecos todavía estaba bajo el dominio de la Francia católica. Después de que Marruecos obtuvo su independencia en 1956, la iglesia fue utilizada como escuela y más tarde como centro cultural.
Los visitantes de Marruecos que deseen profundizar un poco más en la historia y la cultura del país encontrarán la pequeña ciudad de Chefchaouen, o conocida por los locales como Chauen; ubicada en las colinas del norte del país, es un complemento fascinante para tu itinerario en Marruecos.
La ciudad permanece prácticamente sin cambios desde la Edad Media; ofrece la oportunidad de realmente retroceder en el tiempo y observar y admirar la cultura tradicional marroquí.
Chellah (también conocido como Chella) es un fascinante sitio arqueológico amurallado; incorpora ruinas romanas y un mausoleo islámico funerario ubicado a las afueras de la ciudad de Rabat.
Aunque ahora está en su mayor parte en ruinas, el sitio fue una vez el hogar de un próspero asentamiento romano antiguo que domina una fértil llanura cerca de la costa marroquí. Las ruinas islámicas, que datan del siglo XIV, están mucho mejor conservadas.
El palacio de Badi fue construido durante un período de 25 años para el sultán Ahmad al-Mansur durante la dinastía Saadi; cuando se completó en 1593, se le consideró como algo «incomparable» (que es la traducción de el badi). Aunque grandes porciones del palacio se han reducido esencialmente a ruinas (las dinastías posteriores despojaron al palacio de su grandeza y usaron los materiales saqueados para construir sus propios palacios), el sitio sigue siendo notablemente impresionante y es una visita obligada para todos los visitantes.
La mezquita de Hassan II es uno de los puntos de referencia más importantes de Casablanca y es esencial para los visitantes interesados en el arte y la arquitectura.
La estructura ocupa una ubicación destacada en una plataforma que se extiende sobre el Océano Atlántico; contiene una sección única con un piso de vidrio (fuera del alcance de los visitantes) para que los fieles puedan arrodillarse para orar directamente sobre el océano.
Dominando el horizonte de Rabat, la Torre Hassan sin terminar, es testigo de las ambiciones más grandes que la vida del Sultán Yacoub al Mansour; quien originalmente pretendía que la torre fuera el doble de su altura actual.
Si bien gran parte del sitio de la Torre Hassan está en ruinas; no debes perderte la oportunidad de visitar el lugar y admirar la habilidad de los artesanos que construyeron esta increíble estructura en 1195.
Los jardines de Agdal en Marrakech se remontan al siglo XII y son una atracción imperdible en la ciudad. Aquí puedes pasear por serenos senderos bordeados de olivos para admirar el ingenio de los antiguos almorávides; quienes canalizaron el agua hacia los jardines de huertos del valle de Ourika a través de una red subterránea de canales y zanjas.
Los jardines que puedes explorar consisten en varios cuadrados amurallados interconectados de huertos, olivares y plantaciones que rodean un estanque llamado Sahraj el-Hana.
El Parque Nacional Ifrane no es exactamente lo que uno espera encontrar en el bullicioso Marruecos; definitivamente vale la pena una visita para cualquier persona interesada en la observación de la naturaleza, el senderismo, el campamento o la pesca. El parque está situado en las montañas del Atlas Medio al sur de Fez; este protege y exhibe uno de los bosques de cedros más grandes del mundo; así como una gran variedad de más de 200 especies de aves, reptiles, ovejas y el macaco de Berbería, en peligro de extinción.
Los monos se han vuelto muy dóciles y puedes comprar nueces para alimentarlos. Hay una red de senderos que te llevarán más allá de cascadas, una meseta volcánica, lagos, bosques y montañas.
El Museo de Arqueología de Rabat fue fundado en 1934 y alberga con orgullo una valiosa colección de estatuas, reliquias y artefactos que abarcan cientos de años, y es una atracción obligada para cualquier persona interesada en la historia antigua y la progresión de la humanidad.
A medida que avanza la sección prehistórica del museo, podrás ver restos humanos que datan de los períodos paleolítico y neolítico (4.000 años a.C). Estas exhibiciones son seguidas por la sección islámica del museo; exhibe tesoros religiosos excavados en los sitios arqueológicos de los siglos XIII y IX.
Jemaa el Fna es una enorme plaza y mercado de la ciudad que ha sido un símbolo de Marrakech desde que se estableció entre los siglos XI y XIV. Hoy en día, la plaza cuenta con el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO; y puedes retroceder en el tiempo e imbuirte de las antiguas tradiciones culturales de Marruecos practicadas por narradores, músicos y artistas.
El encantador Palacio de la Bahía es un punto culminante de cualquier tour de Marrakech; es una de las atracciones más visitadas de Marruecos. Los entusiastas del arte y la arquitectura pueden estudiar la fusión única de los estilos arquitectónicos islámicos y marroquíes; mientras pasean por el impresionante palacio, que se construyó alrededor de 1859 y está suntuosamente decorado de piso a techo con mosaicos, estucos, acabados dorados y techos de madera con incrustaciones.
La mezquita Koutoubia o, para ser más específicos, el magnífico minarete de la mezquita Koutoubia domina el horizonte de Marrakech y es una atracción popular en la ciudad. Desafortunadamente, el interior de la mezquita está prohibido para los no musulmanes; aunque todos pueden admirar el exterior de la mezquita más grande de Marrakech y la arquitectura elaborada del minarete; se remonta a 1150 y es el minarete Almohad más antiguo del mundo.
Tu visita a Marrakech estaría incompleta sin pasar una o dos horas disfrutando de la belleza y la serenidad de los Jardines Majorelle.
Hoy en día, los jardines incluyen calles sombreadas con árboles exóticos, flores coloridas, arroyos en cascada y piscinas tranquilas y reflectantes; brindan a los lugareños y visitantes (incluidos cientos de aves) un oasis de tranquilidad cerca del corazón de la ciudad.
Selladas y ocultas de la vista durante varios siglos; las magníficas tumbas saadianas han conservado gran parte de su esplendor original; y son una atracción que hay que ver en Marrakech. La tumba más antigua del complejo se remonta a 1557 y los edificios se construyeron entre 1578 y 1603.
Hoy puedes ver más de 66 tumbas dispuestas en los dos mausoleos principales; otras 100 tumbas de azulejos brillantes en los jardines.
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