Si te gusta viajar y, sobre todo, si alguna vez has hecho un viaje que haya tenido un significado especial para ti, seguro que has tenido la tentación de guardar algunos de los recuerdos en un lugar que poder consultar más adelante y rememorar tus experiencias. Y para esto no hay nada mejor que un cuaderno de viaje.
Hay muchas formas de hacer un cuaderno de viaje, pero principalmente se distinguen por la cantidad de tiempo que estés dispuesto a dedicarle y el tipo de situaciones y memorias que te gustaría recordar.
Nosotras hoy vamos a hablar de tres tipos, que son los que solemos hacer.
Éste es el cuaderno más común y que más gente suele aventurarse a hacer.
Su preparación no lleva mucho esfuerzo y es relativamente sencillo de mantener, si te lo llevas contigo a tu viaje junto con una barrita de pegamento o celo de colores.
Consiste en ir guardando todo tipo de cosas que tengan un significado especial durante tu viaje y que te gustaría recordar cuando vuelvas a casa o cuando lo vuelvas a abrir dentro de unos años, tales como:
Nuestro consejo es que cada día antes de irte a la cama, busques en tu cartera todo este tipo de recibos, tarjetas o entradas y las pegues antes de que pasen a formar parte de una masa de papeles ocupando espacio y que acabarás tirando.
Si te gusta ir bien preparado a tus viajes o si quieres recordar tu experiencia muchos años después de haber vuelto de aquel destino especial, éste es tu cuaderno de viaje ideal.
En él puedes llevar un diario de lo que haces cada día (esto lo puedes preparar de antemano, con lo que te gustaría hacer, o sobre la marcha, en función de lo que realmente has acabado haciendo), incluyendo información del tipo:
Aunque requiere ser más constante durante el viaje, a la vuelta tendrás un cuaderno que detalla paso a paso tu aventura y las experiencias que más has disfrutado.
Puede que ahora no pienses que sea muy útil, sobre todo si acabas de volver de tu viaje, pero con el paso de los años te darás cuenta que de cada viaje sólo recuerdas lo que fotografiaste y lo que anotaste.
Todo lo demás, es posible que se convierta en un borrón nebuloso. Como mi madre siempre nos decía de pequeñas “lo que no fotografías, no existe”.
Por último existen los cuadernos que no sólo tienen como función preservar los recuerdos, sino que nos ayudan a aclarar nuestras ideas mientras viajamos.
Si quieres aprovechar tu viaje para pensar un poco sobre alguna situación que te preocupa o simplemente para despejar tu cabeza de preguntas sin resolver, te recomiendo que pruebes a llevar un cuaderno en tu mochila mientras estés recorriendo las calles del destino que hayas elegido, y dediques unos minutos cada día a escribir sobre lo que te preocupa.
En nuestra guía para aclarar las ideas mientras viajas, tenemos algunas preguntas que puedes hacerte e indicaciones de cuándo es el mejor momento para dedicarte unos minutos a pensar.
Lo mejor de estos cuadernos, es que si los conservas durante algún tiempo, años después cuando los encuentres podrás ver cómo pensabas en aquellos tiempos y te darás cuenta de lo que has cambiado y de lo que has crecido como persona. No tiene desperdicio.
Si no sabes muy bien cuál es tu cuaderno ideal, te recomiendo que simplemente compres uno aleatorio que te parezca bonito y práctico, lo eches a tu mochila de viaje, y empieces a rellenarlo sin seguir ninguna estructura, con las cosas que más te convenzan.
A veces hasta para cosas tan tontas como la forma en la que disponemos nuestros recuerdos, nos acabamos poniendo tantas condiciones tontas autoimpuestas que no dejamos flexibilidad.
¡Para tu próximo viaje prueba a empezar uno y nos cuentas!
Fuente de las fotos: fotos privadas, todos los derechos reservados.
2 Comments
Me encanta. Yo voy a ir a Francia y quería hacer un cuaderno de viaje. Pero no sé si tendré tiempo para dedicárselo. Me da que lo más viable va a ser que mi agenda de trabajo tenga entre medias todas las cosas nuevas que vaya viendo y experimentado.
Así que creo que el que más va a cuadrar conmigo es el del último punto de tu clasificación.
Saludos y buen artículo!
Yo creo que ése siempre acaba pudiéndose hacer, y lo importante es no preocuparse mucho por el formato sino simplemente ir haciendo. Que luego tenerlos es genial 🙂