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20 septiembre, 2017Técnicas de relajación sencillas para usar mientras viajas

Sí, aunque a veces nos cueste reconocerlo, viajar puede llegar a ser bastante estresante.
Mira a ver si te suenan alguna de las siguientes historias:
Los apacibles viajes de trabajo
Si tu trabajo te exige viajar frecuentemente, seguro que a menudo te has enfrentado a la situación de tener que reunirte a primera hora – y no, la reunión parece que nunca puede empezar al mediodía – con algún cliente que, casualmente, se encuentra en la otra punta del país y para el que tendrás que coger el primer vuelo que salga de tu ciudad, si tienes la suerte de tener un aeropuerto cerca, alquilar un coche a tu llegada y conducir durante al menos una hora a algún lugar remoto.
Y luego por supuesto estar en forma para la reunión, darlo todo con el cliente, para luego volver a conducir al aeropuerto y volver a casa hecho un despojo. Esto suponiendo que la aerolínea no decida cancelar tu vuelo y no tengas que pasar la noche en un hotel.
¿Crees que exagero? – En ese caso, seguro que nunca has trabajado en consultoría; hay bastantes historias peores.
Las vacaciones más relajadas
Cuenta la leyenda que las vacaciones se usaban para relajarse y desconectar; viajar al mar o la montaña y no hacer nada más que tirarse en la playa o disfrutar de barbacoas en casas rurales.
En nuestra generación, ese concepto se ha diluido; no es nada poco común aprovechar las vacaciones para viajar al otro lado del mundo, viajar durante 12 horas el viernes por la tarde justo al salir del trabajo, o como mucho el sábado por la mañana, moverse de un lado a otro sin parar nada más que las horas justas para dormir y volver el domingo por la tarde, justo antes de empezar a trabajar el lunes, estando completamente exhaustos.
En el mejor de los casos, viajar supone una interrupción a tus rutinas normales, a tu horario semanal y tu forma automática de hacer las cosas. Y aunque en muchos momentos sea la solución perfecta para desconectar, para romper con el estrés y acabar con las prisas de la vida; en otros puede acabar siendo agotador.
En este contexto es posible que en algún momento mientras viajas llegues a sentirte desbordado.
Por eso en el post de esta semana os queremos proponer algunas técnicas de relajación sencillas que podéis usar mientras estáis de viaje – ya sea por trabajo o por vacaciones.
4 técnicas de relajación que no te llevarán más de 10 minutos
Para poner en práctica las técnicas que se describen a continuación no necesitarás más que diez minutos de tiempo. Su práctica regular, incluso cuando estés de viaje por trabajo en la peor de las situaciones, o cuando tus vacaciones estén resultando agotadoras, te ayudará a recuperar durante unos minutos tu paz interior y tu equilibrio, conectándote con tu cuerpo y con el estado natural de relajación de tu organismo.
Técnica 1: respiración profunda
Ésta es una de las técnicas de relajación más sencillas, pero más potentes para reconectar con tu interior y reducir los estados de estrés y ansiedad.
Además, no requiere de ningún material ni de preparación; puedes hacerla en cualquier lugar a cualquier hora y con sólo unos minutos notarás los beneficios.
Para practicarla, lo único que tienes que hacer es sentarte erguido o permanecer de pie, inspirar profundamente durante unos 3 o 4 segundos y luego expirar profundamente durante unos 7 u 8 segundos, mientras contraes los músculos abdominales. Es importante que el tiempo que utilices para exhalar sea al menos el doble que durante la inspiración; ya que esto te permitirá inhalar más oxígeno en cada inhalación, lo que hará que se reduzca la ansiedad y los niveles de estrés en tu cuerpo.
Puedes probar a ponerte una mano en el abdomen mientras practiques la respiración profunda, y observar cómo se dilata y se comprime con cada respiración.
Técnica 2: Meditación con sonidos binaturales
Si tienes unos cascos a mano, algo que puede ayudarte a recuperar tu estado de equilibrio y desconectar de un entorno agitado durante unos minutos es meditar mientras escuchas sonidos binaturales.
Para meditar, no necesitas nada más que sentarte en un asiento cómodo, cerrar los ojos, y poner toda tu atención en un punto concreto, en tu respiración, o en una frase que puedes repetir, como “me siento relajado”.
Normalmente meditar mientras viajas no es fácil, debido a la gran cantidad de distracciones a las que estamos sometidos. Sin embargo, los sonidos binaturales y la música con ondas alfa, beta y gamma tienen la capacidad de sincronizarse con las frecuencias de tu cerebro y pueden facilitarte la concentración y la abstracción de tu entorno.
Si quieres más información sobre la música binatural, puedes leer este post que escribí en Llena tu vida.
Técnica 3: relajación muscular progresiva
Para practicar esta técnica de relajación, lo único que tienes que hacer es sentarte en una posición cómoda y poner en tensión tus músculos, para luego relajarlos.
Puedes empezar concentrando tu atención en una parte de tu cuerpo, como por ejemplo un brazo. Tensa el brazo ligeramente y aguanta la tensión entre 5 a 10 segundos. Después relájalo y concéntrate en la sensación que se libera desde él.
Haz lo mismo progresivamente con todas las partes de tu cuerpo: pies, piernas, nalgas, caderas, abdomen, espalda, brazos, cuellos y hombros.
El objetivo es que aprendas a reconocer la diferencia entre el estado de tensión y de relajación de cada parte de tu cuerpo, y que aprendas cómo debes relajarla en ese momento.
Técnica 4: vivir el momento presente – mindfulness
Esta última técnica de relajación que te recomendamos consiste en concentrar toda tu atención en el momento que estás viviendo actualmente.
Normalmente estamos sometidos a miles de estímulos; caminamos mientras hablamos, miramos el móvil o nos quejamos internamente de que hace frío o calor; estamos en casa con la tele encendida mientras picoteamos algo, comentamos el día de hoy y estamos pendientes de que no se nos queme la cena…
Depositar nuestra atención plena en un momento concreto; disfrutar por ejemplo la comida pensando solamente en lo que estás comiendo, en cómo masticas y tragas y nada más es un alivio para nuestro cuerpo de todas esas sobreestimulaciones.
Puedes intentar practicarla en cualquier lado y si notas que tu mente se distrae y empieza a pensar en otras cosas, debes obligarte a volver a dirigir tu atención hacia esa actividad.
***
Con estas técnicas de relajación sencillas que os hemos descrito en el post ya no tienes excusas para no dedicarte 10 minutos a ti mismo y a liberar el estrés que puede generarse en tus viajes.
¿Quieres contarnos tu experiencia practicando alguna de ellas? ¡Estamos encantadas de oírte!
1 Comment
Un post bastante completito 🙂