Érase una vez, en un lugar muy lejano, un pequeño pueblo rodeado por un gran bosque y atravesado por un serpenteante río. El pueblo era como otro cualquiera de la zona: rodeado por una gran muralla circular, calles empedradas y casas hechas de madera. Todas las mañanas, al alba, el pueblo despierta y comienza sus quehaceres del día. Nunca pasa nada en ese pueblo, hasta que un día todo cambia.
Ese lugar que te has imaginado puede ser cualquiera de los numerosos pueblos de la Selva Negra. Tú no te has movido, pero hay numerosos libros y películas que te transportan a la Selva Negra.
Sí, porque el que ha soñado con descubrir la Selva Negra, se ha imaginado estos paisajes una y otra vez. Da igual que sea primavera, verano, otoño o invierno, la Selva Negra siempre es mágica. Pero si aún no has experimentado tu primera vez en esta región del sur de Alemania, existen libros y películas que te transportan a la Selva Negra.
¿Preparado? No hace falta que te muevas del sofá.
Gengenbach no es por casualidad uno de los pueblos más visitados de la Selva Negra. Su perfecto casco histórico hace que te sientas inmerso en cualquier cuento y que sientas que el tiempo se ha detenido en el medievo. Por eso, Tim Burton eligió este pequeño pueblo de la Selva Negra de poco más de diez mil habitantes para grabar parte de los exteriores, donde vivía el pequeño Charlie.
¿Te acuerdas? Si no, no es mal momento para ver de nuevo esta película e intentar encontrar Gengenbach entre sus fotogramas.
El escritor en alemán más leído de todos los tiempos nació en la Selva Negra.
Hermann Hesse, alemán nacionalizado suizo, nació en Calw, uno de los primeros pueblos al norte de la Selva Negra. Las idas y venidas de este premio Nobel a Calw fueron constantes y este intermitente paso por Calw dejó marca en Hermann, lo que se puede notar en su obra literaria.
Leyendo muchas de sus obras, en las descripciones de lugares, uno puede imaginar el pueblo de Calw. Pero además, si visitas Calw, tendrás la sensación de estar dentro de uno de sus escritos, por ejemplo Peter Camenzind.
La belleza no hace feliz al que la posee, sino a quien puede amarla y adorarla, Hermann Hesse
Aunque el pueblo de Bella está ambientando en los preciosos pueblos de la Alsacia, hay una parte de esta película de Disney en la que se inspiraron en la Selva Negra para crearla: el bosque.
Si lo piensas bien, tiene sentido. Si Bella vivía en la Alsacia y fue a buscar a su padre, pudo llegar perfectamente a los frondosos bosques de la región vecina. Sí, en la región de la Selva Negra hay lobos (y otros animales como el lince boreal). Recuerdo bien esa escena porque cuando fui a ver la película al cine, me dio miedo y me asustó. Ahora, esos bosques son unos de mis preferidos.