Si te gustan los viajes y te gusta la lectura, seguramente haya caído entre tus en algún momento un libro inspirado en la ciudad de Tánger. Sin ir más lejos, estas Navidades los Reyes Magos acertaron de pleno regalándome Niebla en Tánger de Cristina López Barrio (creo que me conocen bien). Como habrás intuido, la mayor parte de la trama de este libro se desarrolla en Tánger. Pero en dos momentos muy diferentes de su historia: la Tánger actual y la Tánger de la primera mitad del siglo XX.
Esta ciudad africana, curiosamente, desde principios del siglo pasado hasta la independencia de Marruecos, se transformó en la ciudad europea de la diplomacia. Esto puso a Tánger en el mapa internacional y muchos extranjeros fueron a vivir a una de las ciudades más cosmopolitas del momento, buscando exotismo o huyendo de las guerras. Fiestas, política, espías y amores imposibles entre diferentes religiones son el tema preferido tanto en películas como en obras literarias sobre Tánger.
Puede que si visitas la ciudad, vayas buscando parte de lo que fue. De esa ciudad en la que vivían tanto musulmanes, judíos como cristianos. Es verdad que para encontrar la esencia de esta viva ciudad necesites más que un recorrido a pie por ella. Como en otras muchas urbes, es necesario pasar varios días para que te atrapen y descubras tu propia definición de la ciudad.
No obstante, ya sea porque tu ferry desembarca en el puerto de esta ciudad, como si es una de tus paradas por tu ruta por Marruecos, hay unos lugares claves que tienes que visitar.
Como todas las ciudades de Marruecos, Tánger tiene su medina. Esta zona es el equivalente a lo que nosotros llamamos el casco viejo o histórico de una ciudad en España. Las medinas se caracterizan por haber estado haber estado amuralladas, teniendo varias puertas de entrada. Además, dentro de estas pareces, las callejuelas son laberínticas y es fácil perderse. La de esta ciudad se encuentra junto al puerto. Dentro de la medina de Tánger podemos encontrar varios interesantes para visitar:
Si quieres buscar lo que queda de la época loca de Tánger aún quedan edificios en pie, muchos de ellos convertidos en cafés y hoteles.
Como cualquier ciudad costera, Tánger tiene playa. No obstante, no suele ser tan normal ir a tomar el sol, como ir a pasear o sentarse a ver moverse las olas. Otras playas cerca de la ciudad son: la playa Sidi Kacem, la playa Blanca o playa Malabata.
Las Cuevas de Hércules están a solo 14 kilómetros de Tánger y se cree que los fenicios las crearon. Se las conoce también como el Mapa De África, por la forma que le dieron sus creadores.
Si prefieres caminar entre bosques, lo mejor es que te acerques al Parque Perdicaris. A este lugar también se le conoce como el pulmón de Tánger. Zonas de descanso, caminos bien señalizados y vistas del estrecho e incluso la Península hacen que merezca la pena salir de la ciudad y desviarse los 10 kilómetros que hay hasta aquí.
Junto a la playa Malabata, está el cabo Malabata. El principal atractivo de este lugar es el lago y el castillo (imitando el estilo medieval) del siglo XX. El cabo Espartel se encuentra algo más alejado y en un enclave más verde. También cuenta con un bonito faro y unas vistas excelentes del Atlántico.
* * *
¿Estás preparando tu viaje a Marruecos y necesitas ayuda? ¿No tienes tiempo para buscar toda la información que necesitas? Nosotras te ayudamos con nuestras guías de viaje personalizadas Paso a Paso en Marruecos. No tienes más que rellenar el formulario para entender el tipo de viajero que eres y nosotras nos encargamos de hacerte tu itinerario.