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Para nadie es un secreto que Italia es un país con una cultura muy rica, lleno de paisajes maravillosos y un trasfondo de suma importancia para el resto del mundo. Una de las cualidades que más la caracteriza es su gran dedicación a la religión católica.
Es posible que en alguno de tus viajes a esta hermosa nación llegues a conocer la Toscana, y ya de paso, uno de los lugares más interesantes que esta región de Italia tiene para ofrecer es Lucca, ciudad capital de la provincia que lleva el mismo nombre.
Lucca es una pequeña ciudad medieval ubicada entre el norte y el centro de la Toscana, por lo que para muchos puede ser una parada más antes de visitar alguna de esas dos regiones, pero si en algún momento te tocase pasar por ahí, no pierdes nada explorando y descubriendo las maravillas que esta ciudad tiene para ti, siendo una de las más concurridas la Catedral de Lucca, ubicada justo en frente de la Plaza San Martín.
La catedral de Lucca
La Catedral de Lucca, “Duomo di San Martino” en su idioma nativo, es una catedral católica construida en honor a San Martín de Tours, quien falleció en el año 588. La construcción comenzó en el año 1089 por el papa Alejandro II, aunque a causa de numerosos problemas no pudo ser terminada sino hasta el año 1637, siendo Antonio Pardini el arquitecto encargado del diseño de la misma.
Tanto mirar desde fuera como explorar el interior de esta catedral es un paseo espectacular en donde más de un aficionado al arte tendrá una excelente experiencia.
Una gran muestra de la unión entre la arquitectura gótica y la romana
Lo gótico predominó en la arquitectura a partir del siglo XII, por lo que no es de extrañarse que la construcción esté muy influenciada por este estilo. A pesar de haberse ordenado su construcción a finales del siglo X, la fachada comenzó a edificarse a partir del año 1204.
La armonía que generan los elementos de ambas arquitecturas convierte a la Catedral de Lucca en todo un espectáculo visual. Algunos de los arcos que se encuentran por la entrada están relacionados con la historia de San Martín de Tours.
La Leyenda de San Martín de Tours
Una de las partes más conocidas de su historia es la que acontece durante el año 337, durante el invierno de ese año. Se dice que mientras Martín estaba en Amiens, encontró en las cercanías de la entrada a dicha ciudad a un vagabundo, y al ver al pobre hombre temblando de frío, le otorgó parte de la capa que llevaba, ya que al ser servidor del ejército romano, la otra parte le pertenecía a ellos.
La noche siguiente, el mismo mendigo se le aparece en la noche, quien resultó ser Jesús, vestido con la mitad de la capa que Martín le había dado el día anterior, para darle las gracias por ayudarle. Luego de varios eventos, Martín decide abandonar el ejército romano y, finalmente, consagrarse a la religión.
El interior del templo
Ya te hemos presentado la maravilla que representa el exterior de la Catedral de Lucca, ¿pero qué la hace tan especial y atractiva para los turistas?
Como ya se ha mencionado anteriormente, tanto el exterior como el interior de la catedral son una muestra perfecta de la unión entre los estilos gótico y romano que tanto se utilizaban para aquel entonces. Una de las cosas que más llama la atención del interior es la numerosa cantidad de representaciones gráficas en honor al santo a quien se le adjudica la edificación.
Desde el momento de su construcción, la Catedral de Lucca ha sido modificada numerosas veces, por lo que muchos de los diseños que se encuentran en su interior pertenecen a distintos artistas, como por ejemplo, las vidrieras, que son un diseño original del pintor pisano Pandolfo di Ugolino, en el año 1485.
El vestíbulo consta de tres arcos. Hay una historia localmente conocida acerca de este lugar de la catedral en particular, pues Lucca se encuentra justo entre el centro y el norte de la Toscana, por lo que este lugar se convirtió, en aquel tiempo, en un punto de encuentro para los peregrinos dedicados al comercio que viajaban por la región.
Hacia la derecha, podrás encontrar una obra de estilo renacentista realizada por el pintor Matteo Civitali, originario de Lucca. Una de las pocas partes que no ha sufrido modificaciones desde su construcción es el ábside semicircular que abarca gran parte del interior de la catedral.
Si bien ya todo esto es bastante llamativo, la Catedral de Lucca tiene mucho más para ofrecer. Una de las reliquias más importantes para la gente de esta ciudad medieval es la Santa Faz o «Volto Santo» en su idioma nativo.
Es un crucifijo tallado en madera, y se cuenta que fue realizado por uno de los discípulos de Jesús, Nicodemo. Tiene bastante historia, pues durante el trayecto hacia su destino sufrió un montón de eventos fatídicos. A pesar de ello, no posee daño alguno y se le atribuye la representación exacta de Cristo. La Santa Faz se convirtió en el símbolo de esta ciudad.
¿Un gran destino infravalorado?
Es cierto que Lucca es una ciudad pequeña, pero puede ser una excelente parada si vas de paso.
A pesar de ser una de las atracciones principales, la Catedral de Lucca no está ubicada en un lugar muy concurrido en el centro histórico. De hecho, como establecimos en el titular, es un “tesoro oculto en la ciudad” debido a que fue construida en un lugar aislado, lejos de las calles principales, pero lo suficientemente cerca como para que no te pierdas mientras intentas encontrarla.
Con el tiempo, la Catedral de Lucca se convirtió en uno de los templos principales de la región, por lo que es un poco extraño que un edificio tan importante se encuentre tan lejos de las áreas concurridas, pero hay un buen motivo detrás de este hecho.
Durante su construcción, los posibles lugares para levantarla estaban demasiado concurridos y rodeados de otras edificaciones dedicadas a la religión; fue así como se tomó la decisión de construirla en un lugar un poco aislado del resto de la ciudad, alejado de las calles principales y del gran número de personas que todos los días transitaban por el lugar.
Hay muchas cosas que puedes hacer en Lucca, y una vez hayas encontrado un lugar donde establecerte, dedicarle una pequeña visita a la catedral es un imprescindible de la ciudad.
La Catedral de Lucca es quizá el edificio más importante para aquellos que viven en la ciudad, pues tiene mucho valor histórico y está lleno de magníficas representaciones artísticas que nos cuentan muchas cosas acerca del origen de esta ciudad y de cómo se desenvolvía la gente no sólo en el arte, sino también en su vida cotidiana.
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